miércoles, 22 de abril de 2009

La sentencia




Aquella noche, en la hora de la rata, el emperador soñó que había salido de su palacio y que en la oscuridad caminaba por el jardín, bajo los árboles en flor. Algo se arrodilló a sus pies y le pidió amparo. El emperador accedió; el suplicante dijo que era un dragón y que los astros le habían revelado que al día siguiente, antes de la caída de la noche, Wei Cheng, ministro del emperador, le cortaría la cabeza. En el sueño, el emperador juró protegerlo.

Al despertarse, el emperador preguntó por Wei Cheng. Le dijeron que no estaba en el palacio; el emperador lo mandó buscar y lo tuvo atareado el día entero, para que no matara al dragón, y hacia el atardecer le propuso que jugaran al ajedrez. La partida era larga, el ministro estaba cansado y se quedó dormido.

Un estruendo conmovió la tierra. Poco después irrumpieron dos capitanes, que traían una inmensa cabeza de dragón empapada en sangre. La arrojaron a los pies del emperador y gritaron:

-¡Cayó del cielo!

Wei Cheng, que había despertado, la miró con perplejidad y observó:

-Qué raro, yo soñé que mataba a un dragón así.


Wu Ch'eng En

7 comentarios:

gretelx dijo...

Son muchísimas las historias, en múltiples culturas, en que el destino se impone a cualquier voluntad humana.
A pesar de que la estructura argumental es harto conocida y repetitiva, lo que me gusta de algunas de estas historias, es el momento en que me pregunto: ¿cómo se las va a arreglar el autor ahora, llegado a este punto, para hacer cumplir el destino trágico e inevitable?
Y en la siguiente oración, estos chinos locos te tiran una vuelta de tuerca con la llavecita de lo fantástico que hace que el cuento cierre diez puntos.

Laureano dijo...

El desenlace es fantástico, lo que uno menos se hubiera imaginado. Muy interesante. Pobre dragón.

QSUM dijo...

Amo a Chihiro. La amo.

CaZp dijo...

Acertado el comentario de Gretel sobre el determinismo en la literatura tradicional.
Algunos textos orientales rompen este esquema liberando a los "culturizados" a su propio destino. India, budistas, anque algunos arios tambien.

Los chinos? unos capos!

Creativos sueños =)

Anónimo dijo...

Y me dio ganas de leer Borges el señor Wu Ch'eng En

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
brother dijo...

me encanta las historias de chihiro ,me hacen las tardes de los mas ameno